Cenicilla
Leveillula taurica es un patógeno fúngico obligado, del filo Ascomycota , que causa el mildiu polvoriento. Esta enfermedad prefiere ambientes cálidos y secos.
La oidiopsis, causada por Leveillula taurica, es uno de los principales problemas sanitarios que afecta al cultivo de pimiento (Capsicum annuum) bajo cubierta. Los síntomas se observan como una mancha amarillenta difusa en el haz de la hoja, con proliferación de micelio en el envés. Generalmente las hojas más viejas son las primeras en enfermarse. Las hojas severamente afectadas se vuelven cloróticas, luego marrones y caen. Si la enfermedad avanza puede producir una severa defoliación y quemado de frutos como consecuencia de la exposición de los mismos a los rayos solares. Según estudios realizados en Holanda el 1 % de incidencia de esta enfermedad corresponde a un 1 % de reducción en el rendimiento del cultivo. El agente causal es un hongo con carácter de parásito obligado. Leveillula taurica puede afectar a más de 1.000 especies entre ellas, tomate (Lycopersicon esculentum), alfalfa (Medicago sativa), berenjena (Solanum melongena), cebolla (Allium cepa) y malezas como el senecio (Senecio vulgaris), la cerraja (Sonchus oleraceus), el cardo de castilla (Cynara cardunculus) y la bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris). Los signos del patógeno se observan entre 18 y 21 días de iniciada la infección; el hongo crece entre las células del mesófilo y luego emite los conidióforos a través de las estomas en el envés de la hoja. Durante una estación de cultivo pueden ocurrir varios ciclos de infección. Esta enfermedad se observa en condiciones de alta o baja temperatura (10 a 35 °C) y en climas secos o húmedos. Los conidios del hongo pueden germinar bajo cualquier condición de humedad relativa, aunque las condiciones óptimas son entre 85 y 95 % de HR y 15 a 25 °C de temperatura. La principal forma de dispersión de este hongo es el viento, en menor medida contribuyen a su diseminación los trips, pulgones y moscas blancas. Los trabajadores también pueden contribuir al contagio de una planta a la otra. El patógeno sobrevive en restos vivos del cultivo y hospedantes alternativos.
